Experiencias en Hakomi

Queremos compartir con ustedes dos experiencias de los entrenamiento Hakomi:

Experiencia 1: 

¿Quién eres tú?, la primera vez que me hicieron esa pregunta en el entrenamiento de Hakomi noté el énfasis en el pronombre al final de esa sencilla pregunta. “Tú”. Pensé que debía responder con énfasis similar en mi biografía y hablar de lo que me llevaba a entrenarme en Hakomi. Resultó ser una pregunta retórica que traduce el significado del título de este método. Con esa pregunta se pretende destacar ese “Tú” que me hace única, ese “Tú” que lleva toda mi historia, el “Tú” que singulariza mi personalidad y me reconoce como lo más importante en una sesión de Hakomi.

Bastó la atención de un@ terapeuta Hakomi, los ojos amorosos de quien sabe quién es, para que mi mente pudiera observarse y desacelerar. Gracias al cuidadoso seguimiento de un@ terapeuta Hakomi pude iniciar el autoestudio. He sido invitada a una danza mental que sana, a un proceso lúdico que cura, a un espacio seguro que funciona.

Los años que he invertido en Hakomi han sido un trabajo hermoso de siembra y cosecha constante. Mi mente está presente y atenta, como un músculo listo para ser exigido en una larga caminata, sólo que esta caminata no cansa, no duele; es refrescante y luminosa.

Hakomi es un método terapéutico que inquieta a la mente y la invita a crecer, conecta el cuerpo con la experiencia y conduce a un intrigante estado emocional que ofrece paz.

Dime, ¿quién eres tú?.

Experiencia 2:

Hay una gran diferencia al recibir entrenamiento en Hakomi. No sólo se trata de aprender una serie de pasos y replicarlos. Se trata de profundizar y ver más allá de lo que está visible. Es ir al fondo. Es estar verdaderamente en el presente con un otro y conectar de tal modo que es posible ayudar a deshilar los nudos que se interponen en la mente causando sufrimiento innecesario.

No es una relación paciente-terapeuta, sino una verdadera conexión entre seres humanos. Es desde ese lugar donde se encuentra el verdadero sentido o el verdadero obstáculo del problema, y donde se posibilita vislumbrar una alternativa diferente, más amorosa y cómoda para el otro.

Gracias por compartir en este espacio siempre abierto para todos.